Por Catherine L'Ecuyer
¿Por qué los niños de hoy en día se ponen a correr, asustados, cuando les cae una gota? ¿Por qué tienen miedo a la humedad y al frío? Porque existe una creencia popular falsa que los niños contraen resfriados y gripes cuando están fuera en invierno. "Es más fácil romper un prejuicio que un átomo", decía Einstein. Pues lo intentaré...
¿Por qué los niños de hoy en día se ponen a correr, asustados, cuando les cae una gota? ¿Por qué tienen miedo a la humedad y al frío? Porque existe una creencia popular falsa que los niños contraen resfriados y gripes cuando están fuera en invierno. "Es más fácil romper un prejuicio que un átomo", decía Einstein. Pues lo intentaré...
La Academia Americana de Pediatría (AAP), y cualquier otro pediatra nos dice claramente que el frío no es nunca
causa del resfriado o de la gripe, a pesar de la creencia popular que nos hace
pensar lo contrario. De hecho, nos dice la AAP que si los resfriados y las
gripes son más comunes en invierno, es porque los niños no salen de sus clases en
las que no hay circulación de aire y están en contacto entre ellos, lo cual favorece la transmisión del virus. [1].
Así que para luchar contra el
resfriado y la gripe - y de paso tener niños más resistentes a la frustración y a la dificultad- habría que dejarles, eso si, bien abrigados con un buen jersey o dos y un chubasquero, correr al aire libre pisando los
charcos con sus botas de lluvia. De hecho, eso es lo que suele pasar en la gran mayoría de los países nórdicos en los que los niños acuden a los patios a 40 grados bajo cero...
Supongo que
justo aquí perderé un buen porcentaje de lectores que no lo ven claro. O no… porque la buena noticia es que se
trata de un excelente plan para los días lluviosos en que pensábamos que no
había otra alternativa que tener a los niños encerrados en casa o en su clase, como
leones enjaulados. Si, existe otra alternativa. Y es mucho más sana que
anestesiarles con DVDs tras DVDs durante los 82 días de lluvia de nieve, de tormenta o de helada al año reportados en Barcelona por la Agencia Estatal de Meteorología del Gobierno de España. En Madrid son 99 y en Bilbao, son 165.
Si los niños tuviesen que tragar pantallas durante el patio o en su casa cada uno de estos días, llegaríamos a unas horas de pantalla anual espantosas, sin duda dañina para sus pequeños cerebros. Claramente incompatible con una educación de calidad. Se trata de un hábito que deberíamos cortar, como puede ser el de fumar, puesto que recientes estudios han demostrado que puede tener efectos negativos en la salud de los niños, entre los que se encuentra obesidad, dos tipos de diabetes distintas, pubertad prematura en las niñas, miopía, autismo, trastornos del sueño (ver noticia) y causar problemas de aprendizaje y de distracción, puesto que exige poco esfuerzo mental, por lo que la mente se vuelve vaga y se acostumbra a no pensar (ver noticia).
El patio de la escuela privada Ursulines de Québec |
Si los niños tuviesen que tragar pantallas durante el patio o en su casa cada uno de estos días, llegaríamos a unas horas de pantalla anual espantosas, sin duda dañina para sus pequeños cerebros. Claramente incompatible con una educación de calidad. Se trata de un hábito que deberíamos cortar, como puede ser el de fumar, puesto que recientes estudios han demostrado que puede tener efectos negativos en la salud de los niños, entre los que se encuentra obesidad, dos tipos de diabetes distintas, pubertad prematura en las niñas, miopía, autismo, trastornos del sueño (ver noticia) y causar problemas de aprendizaje y de distracción, puesto que exige poco esfuerzo mental, por lo que la mente se vuelve vaga y se acostumbra a no pensar (ver noticia).
Así que para el próximo regalo de cumpleaños del pequeño, ¿no os parece mejor para su higiene mental y para que crezca en fortaleza, que en vez del paraguas cuya función es protegerle de la lluvia, le regalemos un chubasquero y unas botas de lluvia?
[1] “Winter
Safety Tips”, American Academy of Pediatrics 1/2, Safekids 11/115.
6 comentarios:
Muy interesante y práctico este artículo. Fácil de poner en práctica y sí, rompe algunos esquemas, pero te invita a ver lo de siempre con ojos de posibilidad... Gracias
M Pilar Ruiz
Decía un amigo mío que la gente está dispuesta a creerse cualquier cosa, con la única condicion de que sea falsa. Es increible cómo sobreprotegemos a los niños acabando por perjudicarles. Así son mejores consumidores: de calefacción, videos y pastillas antidepresivas y ansiolíticos. Todo un éxito educativo. Me parece que te voy a citar en el próximo libro que estoy escribiendo. Gabriel ginebra
Me encanta que por fin haya alguien dispuesto a decir que jugar bajo la lluvia (no demasiado intensa) es beneficioso para la salud! Durante esta Semana Santa ha sido perfecto poder poner en práctica lo de las botas y el chubasquero y decirte que los parques estaban vacios de niños... y llenos de charcos que esperaban compañia!
Esta Semana Santa (y desde hace ya tiempo) hemos vuelto a poner en práctica las salidas al campo lloviznando y tras una lluvia abundante, ha sido fantástico!!
Alba S
Efectivamente el miedo a no s emuy bien qué se apodera de todos cuando nuestros niños están bajo la lluvia. Pero lo peor es que en los colegios también. Los pequeños son recluidos en el aula con la peli de turno impidiéndoles disfrutar del arire libro, de chapoteart, de comprobar el efecto del agua sobre la calzada, etc. Aprenden menos y son menos felices. Si se mojan se les cambia y punto y no se pasan más de medio año encerrados.
Recientemente, he leído (aunque no encuentro ahora la referencia) que en realidad lo que favorece el contagio del virus del resfriado o la gripe es la sequedad de las mucosas. El frío hace que disminuya la concentración de vapor de agua en la atmósfera, aunque también la calefacción. Lo mejor para evitar el contagio dicen que es tener las manos limpias.
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