Por Catherine L'Ecuyer
Una de las quejas que oímos mucho es "no tengo tiempo". Esa expresión, a mí, siempre me ha dejado perpleja. Reconozco haberla utilizado muchas veces, pero siempre me ha dejado una sensación de autoengaño. Todos tenemos la misma cantidad de tiempo: 24 horas al día, ni más ni menos. Que cada uno organiza y reparte según las necesidades que reclama nuestra naturaleza (dormir, comer, por ejemplo) y según las obligaciones que libremente ha asumido (trabajo, familia, pareja, ocio, televisión, niños, deporte, etc.). Por lo que ¡es absurdo desear tener más tiempo! ¡Ya lo tenemos! Lo que hemos de desear es encontrar el tiempo para las cosas esenciales. Y eso, ¿cómo se hace?
Primero, teniendo muy claro cuáles son las cosas esenciales y excelentes en nuestras vidas y profundizando en ellas. Por ejemplo, nuestros hijos necesitan horas y horas con nosotros. Y esas horas no podemos arrebatárselas pensando que unos minutos de tiempo de "calidad" lo solucionan todo. Podemos probarlo con nuestros jefes, diciéndoles que de repente se nos ha ocurrido que podíamos hacer nuestras 4, 8 o 12 horas de trabajo diario en media hora "de calidad". ¡A ver con qué cara de incredulidad nos miran!
Segundo, gastando menos para poder permitirnos trabajar menos horas. Para la gran mayoría de la población -con excepción quizás de algunos ricos como por ejemplo la Duquesa de Alba o Bill Gates-, tiempo y dinero son variables inversamente proporcionales: a más dinero menos tiempo y a menos dinero más tiempo. Conclusión: para tener más tiempo, hemos de poder permitirnos trabajar menos. Para poder permitirnos trabajar menos, hemos de gastar menos. ¿Cómo se consigue gastar menos? Empezando por prescindir de lo prescindible. Es curioso que si nos dejáramos ir, nos pasaríamos la vida gastando en lo que no necesitamos para impresionar a gente que no conocemos y que tampoco nos importa.
Sobre el tema de los gastos, hace poco salió un artículo que causó mucha controversia en Canadá, sobre lo difícil que era llegar a final de mes para unas familias con unos ingresos familiares de 196.000 dólares al año (los que ganan más de este importe pertenecen al 1% de la población). Os ahorro el detalle del artículo y de los que vinieron a continuación criticándolo, la controversia fue tremenda. La conclusión es: cuanto más gana uno, más gastos puede llegar a tener. Y no es lo mismo decir que no tienes dinero porque no tienes, que decir que no tienes después de habértelo gastado todo en un Porshe Cayenne, unos restaurantes de lujo y unas vacaciones en crucero por el Caribes.
Una de las quejas que oímos mucho es "no tengo tiempo". Esa expresión, a mí, siempre me ha dejado perpleja. Reconozco haberla utilizado muchas veces, pero siempre me ha dejado una sensación de autoengaño. Todos tenemos la misma cantidad de tiempo: 24 horas al día, ni más ni menos. Que cada uno organiza y reparte según las necesidades que reclama nuestra naturaleza (dormir, comer, por ejemplo) y según las obligaciones que libremente ha asumido (trabajo, familia, pareja, ocio, televisión, niños, deporte, etc.). Por lo que ¡es absurdo desear tener más tiempo! ¡Ya lo tenemos! Lo que hemos de desear es encontrar el tiempo para las cosas esenciales. Y eso, ¿cómo se hace?
Primero, teniendo muy claro cuáles son las cosas esenciales y excelentes en nuestras vidas y profundizando en ellas. Por ejemplo, nuestros hijos necesitan horas y horas con nosotros. Y esas horas no podemos arrebatárselas pensando que unos minutos de tiempo de "calidad" lo solucionan todo. Podemos probarlo con nuestros jefes, diciéndoles que de repente se nos ha ocurrido que podíamos hacer nuestras 4, 8 o 12 horas de trabajo diario en media hora "de calidad". ¡A ver con qué cara de incredulidad nos miran!
Segundo, gastando menos para poder permitirnos trabajar menos horas. Para la gran mayoría de la población -con excepción quizás de algunos ricos como por ejemplo la Duquesa de Alba o Bill Gates-, tiempo y dinero son variables inversamente proporcionales: a más dinero menos tiempo y a menos dinero más tiempo. Conclusión: para tener más tiempo, hemos de poder permitirnos trabajar menos. Para poder permitirnos trabajar menos, hemos de gastar menos. ¿Cómo se consigue gastar menos? Empezando por prescindir de lo prescindible. Es curioso que si nos dejáramos ir, nos pasaríamos la vida gastando en lo que no necesitamos para impresionar a gente que no conocemos y que tampoco nos importa.
Sobre el tema de los gastos, hace poco salió un artículo que causó mucha controversia en Canadá, sobre lo difícil que era llegar a final de mes para unas familias con unos ingresos familiares de 196.000 dólares al año (los que ganan más de este importe pertenecen al 1% de la población). Os ahorro el detalle del artículo y de los que vinieron a continuación criticándolo, la controversia fue tremenda. La conclusión es: cuanto más gana uno, más gastos puede llegar a tener. Y no es lo mismo decir que no tienes dinero porque no tienes, que decir que no tienes después de habértelo gastado todo en un Porshe Cayenne, unos restaurantes de lujo y unas vacaciones en crucero por el Caribes.
Creo que hemos de repensar el debate de la conciliación considerando la relación que existe entre dinero y tiempo. Quién nos dice que la conciliación de la vida profesional y personal se soluciona meramente a base de delegar y organizarse está engañando a las mujeres, así de claro, dejándoles creer en un modelo de súper mujer que sencillamente no existe. Y insisto, no existe. Lo único que queda después de la euforia pasajera que crea la expectativa de poder "tenerlo todo", es una sensación de frustración y de culpabilidad absurda.
Así que a nosotros nos toca escoger. Podemos ser un pobre, rico en tiempo para compartir con nuestros hijos, o bien un "pobre rico", que se lo ha gastado todo: tiempo y dinero.
15 comentarios:
Estoy de acuerdo con lo que planteas. Hace casi 3 años que no trabajo y he tenido que aprender a vivir con menos dinero, lo que me ha dado del paro y de un subsidio. Lo pasé muy mal al principio, pero esta situación me ha llevado a revisar como y para qué me gastaba el dinero.
También me ha ayudado a percatarme de que, a parte de la cuestión pecuniaria, lo que realmente me estaba costando y pesando, era de TODO EL TIEMPO que disponía para dedicarlo a algo que no fuera trabajar para ganar dinero! Menuda crisis existencial.....sería largo de explicar.
En definitiva, sí, el tiempo lo tenemos para dedicarlo a muchas otras cosas....que no tienen precio! Gracias
Totalmente de acuerdo contigo, Catherine!!!
Gracias por darnos estos golpes de realidad de vez en cuando ;D
Totalmente de acuerdo, Catherine!!!
Es genial que nos vayas metiendo caña de vez en cuando ;D
Catherine, conozco a muchas personas a las que se les podría aplicar la viñeta que ilustra tu artículo, pero lamentablemente son las menos.
Cuando como en mi caso "tienes la suerte" de tener un trabajo, aunque te ocupe 6 días a la semana en "horario de tienda" osea, con un hueco a mediodía que coincide con horario escolar, y no pudiendo recoger a tus hijos hasta las 21 h, creo que no sobra mucho tiempo más que para lo imprescindible (baños, cenas, cuento, dormir).
Así que no te queda otra que pasar con tus hijos el poco tiempo que te queda, intentando que además sea tiempo de calidad, educándolos, con lo que eso conlleva, pero a la vez intentando que disfruten y prescindiendo de todo lo demás.
Catherine, conozco a muchas personas a las que se les podría aplicar la viñeta que ilustra tu artículo, pero lamentablemente son las menos.
Cuando como en mi caso "tienes la suerte" de tener un trabajo, aunque te ocupe 6 días a la semana en "horario de tienda" osea, con un hueco a mediodía que coincide con horario escolar, y no pudiendo recoger a tus hijos hasta las 21 h, creo que no sobra mucho tiempo más que para lo imprescindible (baños, cenas, cuento, dormir).
Así que no te queda otra que pasar con tus hijos el poco tiempo que te queda, intentando que además sea tiempo de calidad, educándolos, con lo que eso conlleva, pero a la vez intentando que disfruten y prescindiendo de todo lo demás.
Gracias Catherine, muy sabias tus palabras. Una de las "desgracias" que me ocurrió fue quedarme en paro, para descubrir que:
1) tenía menos dinero pero también más tiempo para mis hijos
2) que se podía vivir con menos
3) que se vivía mejor con menos
Entiendo que mi ejemplo no es aplicable al de muchas familias que están sufriendo tanto por la crisis, así que no quiero frivolizar con lo que supone quedarse en paro, sólo quiero contar un caso particular, el mío.
Yo no sufro para llegar a fin de mes, así pues soy una afortunada, pero me he quitado de muchísimos gastos que ahora considero superfluos y antes consideraba necesidades.
Y la calidad, con los niños, no sustituye la cantidad. ¡¡¡Muy buena comparación la del jefe!!!
Catherine gracias por tus reflexiones, una vez más estoy totalmente de acuerdo. Por
suerte mis hijos me han enseñado que vale más la pena aprovechar las botas de agua
del primo y ir a saltar charcos, que comprar la ropa bonita que les podía comprar
cuando trabajaba. Cuantas cosas podemos aprender si compartimos tiempo con nuestros
niños. Nunca hubiera pensado lo creativa que puedo llegar ser. Un saludo, Victoria
Hola, Catherine. Es fundamental el tema que planteas. Hace un tiempo se puso "de moda" defender la calidad frente a la cantidad de tiempo dedicado a los hijos. Nunca lo entendí porque es de cajón que para dar calidad necesitas un mínimo de cantidad. ESTAR con ellos no puede colocarse en nuestro horario como si fuese una tarea más...Los hijos hablan, te preguntan, se desahogan... cuando quieren o lo necesitan. Esto no se programa. Te aseguro que muchas madres taladradas con esa teoría se rompieron por estrés.
Solo sabes que puedes prescindir cuando realmente te decides. Al apearte del tren, caes en la cuenta de todo lo que comporta vivir en la vorágine. Por no decir lo que ganan los hijos en un ambiente austero. Saben distinguir entre lo que necesitan y lo que puede esperar... y de rebote también se les educa en la espera.
Yo trabajaba en un Instituto de Secundaria hasta que empecé a tener problemas de salud. Pues benditos problemas;-)
Un saludo y muchas gracias por el post.
Por supuesto. Coincido plenamente con tu idea de "no tengo tiempo". Estoy deacuerdo en que hay gente, que usa la expresión "no tengo tiempo", en lugar de "no quiero tener tiempo".
A veces para justificarse delante de sí mismos, porque prefieren hacer tal o cual cosa que estar con sus hijos...(tendrían que preguntarse porqué).
En mi caso " no lo tengo" para divertirme tanto como antes,pero no me pesa.
He escogido libremente en qué quiero emplear las horas y la proporción exacta de éstas. Así que me siento satisfecha.
Mi familia y mi trabajo ocupan el primer lugar.
Luego los amigos...y si sobra algo lo dejo para el resto (proyectos personales, sueños, cosas como unos cursos de cocina, pintura o un club de lectura...).
Muchas gracias, Catherine; una vez más estoy totalmente de acuerdo con todo lo que expones. Tus palabras me reafirman y me animan a seguir trabajando con los padres y, conmigo misma, en esta dirección. De nuevo gracias porque se necesita contactar con personas de criterios similares para no encontrarte sola y nadando contra-corriente.
De lujo tu artículo Catherine, hace tiempo descubrí ya que el tiempo no puede faltarme sino que son las decisiones que hago respecto a mi tiempo lo que importa! Acabo de ser mamá y he tomado la decisión (junto con mi esposo) de dejar de trabajar un año para poder cuidar personalmente a mi bebe, profesionalmente ha sido difícil tomar la decisión y también desprenderme económicamente de la holgura de tener dos sueldos como familia ha sido duro y seguro que me costara en el día a día acostumbrarme pero tener claras mis prioridades me ayudara! Leer reflexiones como esta también ayudan mucho a reconfirmar el camino elegido!
Me encanta ver todas esas reacciones tan positivas, pensé que el post iba a ser controvertido, veo que no lo es tanto. Estoy de acuerdo con todo lo que habéis dicho, se puede vivir con menos y ser muuuy feliz.
Un abrazo, Catherine
Acabo de descubrir tu blog y me encanta. Estoy totalmente de acuerdo, llevo ya 3 años fuera de una profesion ejecutiva cuidando a mis hijos y fomentando la conciliación en la empresa. Me siento más realizada y tengo muchisimo mas tiempo para mis hijos. estamos en contacto ! te paso mi blog donde reflexiono sobre maternidad y trabajo ! www.judithaparicio.blogspot Judith
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