1/10/13

Una historia increíble

Martin Daubney con su pareja y su hijo, Sonny
Fuente: Articulo de MailOnline, 8 de junio 2012
Por Catherine L'Ecuyer
Fuente: Articulo de Martin Daubney, publicado en Mail Online, 8 de junio 2012

La historia que vais a leer en breve es absolutamente increíble.

¿Quién es Martin Daubney? Ha sido editor para la famosa revista inglesa Loaded, que vende medio millón de ejemplares al mes. Loaded no está formalmente clasificada como revista pornográfica, pero entra en el género de lo que coloquialmente se llamaría "soft porn" (pornografía "suave"), es decir que en ella se ven mujeres en "topless", otras que adoptan posturas como las de Shakira en sus videoclips, y otras que van en ropa interior extremamente ligera y enseñan poses vulgares. En su artículo, Martín dice que los lectores (mejor dicho compradores, porque de lectura poca cosa hay en este tipo de revistas), buscan "hectáreas de carne", y por eso, Martin confiesa que había llegado hasta a contar el número de topless en cada números de Loaded, para asegurar que había más que en las revistas de la competencia. A Martín, nunca se le pasó por la cabeza que lo que hacía era denigrante para las mujeres, ni que podía tener un impacto negativo en los hombres, ni que era una puerta abierta para que entre con fuerza la pornografía en el mundo adolescente. Defendía el topless y la pornografía con todas sus fuerzas.

En mayo 2009, el mundo de Martin cambió por completo. Fue el día en que nació su primer hijo, Sonny. Recuerda que le preguntaron en tono de broma, en una clase de puericultura a las que asistía con su pareja, si pensaba que la lactancia excitaría o no a los lectores de Loaded. En ese momento, empezó secretamente a sentir vergüenza por su trabajo. Empezó a sentir la hipocresía de contar desnudos en sus revistas de día y de cambiar pañales de su hijo de noche. Empezó a dejar de ver las mujeres que salían en sus revistas como objetos y empezó a verlas "como la hija de alguien". Empezó a pensar en los niños de las modelos que aparecían en Loaded, a pensar que las chicas que salían en la revista también habían sido niñas en pañales, también habían aprendido a caminar como su hijo Sonny, habían sido niñas con aspiraciones y esperanzas. Martin confiesa que el solo hecho de pensar en todo ello hacía que su corazón se rompía en pedazos.

Un buen día, Martin no puede más y decide dejar su trabajo, para dedicarse a su hijo, Sonny. Mirando atrás, dice que su trabajo le había convertido, a él y a todo su equipo directivo, en un "atrasado moral". Eran insensibles al desnudo y trataban a sus modelos como meras armas de venta. Ahora, Martin se ha convertido en activista y aboga por unas leyes que no permiten que esos tipos de contenido lleguen a los niños. Dice que esos contenidos fomentan el modelo de la mujer falsa y hacen que los chicos luego no sepan como comportarse con una mujer de verdad; la pornografía trata a las mujeres como objetos baratos y las humilla porque vende una fantasía en la que el hombre siempre está en control y consigue todo lo que quiere. Según él, la próxima generación de hombres habrá perdido toda sensibilidad. Martin relata haber estado en un colegio hablando con adolescentes de clase media de 13 y 14 años, dándose cuenta con horror que todos los chicos y chicas habían visto, y varios de ellos hasta habían sido protagonistas, de pornografía en papel, en pantalla, y en acción. Preguntándoles si sus padres estaban al corriente de ello, todos respondía con una sonrisa que  sus padres "confiaban en ellos". Dos años después de su salida del consejo de administración de Loaded, Martin confiesa que su revista, y otros contenidos del estilo, a pesar de no pertenecer a la categoría de contenido considerados "pornográficos", son autopistas que van directo hacia la pornografía, porque dan a los adolescentes el "gusto" por ello.

Esa historia me ha emocionado. Es poco común que alguien tan implicado en la industria de la pornografía reconozca públicamente la relación estrecha que existe entre el "topless" exhibicionista, los modelos "a la Shakira", y el consumo de pornografía. Sorprende, porque a veces hasta hay padres, madres, maestros e incluso políticos que no ven esa relación y que hacen vista gorda al preámbulo de la pornografía. Solo hace falta pensar en la nominación por UNICEF de Shakira como embajadora de Buena Voluntad de la infancia para darse cuenta de ello. ¿Será que se ha cumplido la profecía de Martin sobre la llegada de la generación de hombres sin sensibilidad? Quizás. Hombres, y yo añadiría, mujeres cómplices también. Es que demasiadas veces, el machismo tiene faldas. Detrás del deseo obsesivo por aparentar ser "progres" en ese ámbito, encontramos muchas mujeres serviles que para encajar en un mundo machista, no sólo aceptan todo eso, pero reproducen ellas mismas esos modelos para complacer, y educan a sus hijos/as en esa cultura con toda normalidad. 

Hemos de buscar entre todos un remedio para curarnos de esa insensibilidad colectiva. Es posible que ese remedio se encuentre en el motivo por el cambio radical de Martin: la importancia que tiene la influencia del niño en la vida del adulto, como explicaba sabiamente María Montessori: 

"No todo el mundo se da cuenta de que el niño es una ayuda hermosamente valiosa para el adulto (...) Dado que el niño juega un papel inferior en la vida adulta, la vida de este ha degenerado. La verdadera naturaleza de la paternidad y de la maternidad se ha perdido y consecuentemente el niño también ha degenerado. Si el niño y sus «derechos» no vuelven a entrar en la vida, la dignidad del adulto se perderá para siempre. [...] Si cambiáramos el centro de la civilización del adulto hacia el niño, una civilización más noble emergería."

Esta semana, os animo a denunciar cada una de las circunstancias en las que vuestros hijos se encontrarán delante de un modelo que no conviene a la infancia: en el quiosco, en la gasolinera, en el colegio, en la playa, en una sala de espera, en un bar, etc. Hemos de perder miedo al argumento del puritanismo, de quien no está en la onda de la belleza. Es bello ver a una madres dar el pecho a su hijo, pero no es bello encontrarse en un atasco detrás de un autobus, apoyando el parachoque delantero del coche contra las piernas abiertas de la "femme fatal" que aparece en el anuncio de perfume de turno. Hemos de ayudar a las personas que han perdido la sensibilidad a recuperarla y a entender lo que su falta de sensibilidad puede llegar a hacer y deshacer.

6 comentarios:

María Iserte Alfaro dijo...

Gracias por hacernos llegar esta historia.

Unknown dijo...

Catherine, una vez mas nos aportas realidades que ha veces no sabemos ni como afrontarlas, en verdad que parece que el "puritanismo" a perdido el sentido, y te miran como bicho raro si tu hija no baila shakira o el danza kuduro... es una pena donde vamos a llegar, Gracias por tus aportes a mantener la coherencia!

Ana López dijo...

Maravilloso, como siempre. Una fan, fan, fan, fan,
Besos

Ana López dijo...

Maravilloso como siempre

Anónimo dijo...

Gracias por la historia. ¿Dónde podemos denunciar?

Catherine L'Ecuyer dijo...

Gracias Cindy, Ana, por vuestros comentarios. Querido anónimo, se puede denunciar en los medios de comunicación, en las empresas en las que ves un problema (atención al cliente por ejemplo), escribiendo un articulo en la prensa, empezando un blog, difundiendo por facebook, hablando con la profesora si en en la clase de tu hijo, etc. Hay mil maneras de hacerlo. Un abrazo! Catherine