Por Catherine L'Ecuyer
Hace poco, un buenísimo artículo en El País firmado por Juan Goytisolo sobre lo absurdo de las guerras que están actualmente arrasando el mundo: ¿En qué siglo estamos?
A continuación, un video de Save the Children, visto por más de 33 millones de personas, que ayuda a hacernos cargo de lo que está ocurriendo en millones de hogares, parecidos al nuestro.
Hace poco, un buenísimo artículo en El País firmado por Juan Goytisolo sobre lo absurdo de las guerras que están actualmente arrasando el mundo: ¿En qué siglo estamos?
A continuación, un video de Save the Children, visto por más de 33 millones de personas, que ayuda a hacernos cargo de lo que está ocurriendo en millones de hogares, parecidos al nuestro.
Click aquí si no puedes verlo ¿Qué podemos hacer como padres? Educar a nuestros hijos para la paz, desde la cuna hasta la universidad. Eso decía María Montessori (Peace and Education):
"El niño, con su enorme potencial físico e intelectual, es un milagro frente a nosotros. Este hecho debe ser transmitido a todos los padres, educadores y personas interesadas en niños, porque la educación desde el comienzo de la vida podría cambiar verdaderamente el presente y futuro de la sociedad."
Y puntualiza Montessori (Dr. Montessori's Own Handbook), "no diría que la bondad de nuestros pequeños en su libertad resolverá el problema de la bondad absoluta o de la malicia del hombre. Sólo podemos decir que habremos hecho una contribución a la causa de la bondad removiendo los obstáculos que eran causa de la violencia y de la rebeldía. Dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios."
Llega el momento en el que todos los esfuerzos del hombre quedan cortos y no nos queda otra que levantar la mirada hacia el cielo. Dios mío, danos la paz. Haz que los niños sean motivo de esperanza para todos los hombres de buena voluntad, así como semillas de compasión para los corazones más endurecidos.
Llega el momento en el que todos los esfuerzos del hombre quedan cortos y no nos queda otra que levantar la mirada hacia el cielo. Dios mío, danos la paz. Haz que los niños sean motivo de esperanza para todos los hombres de buena voluntad, así como semillas de compasión para los corazones más endurecidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario