Cuando veo la obsesión que hay por poner un ratón en las manos de nuestros pequeños hijos, me quedo perpleja. Y se me ocurren dos palabras... pueblerino y acomplejado. No van a perder ningún tren porque el tren de las nuevas tecnologías no se pierde… ¡pasa cada segundo! Y al ritmo que va todo, cada tren de estos que pasa es obsoleto pasado 500 metros. Usar aquel primer Motorola tamaño “zapato” no es requisito para aprender a manejar una blackberry en un “plis”… Esto de navegar, lo aprenderán en medio minuto, cuando “toque”, es decir cuando tengan la madurez suficiente para poder gestionar su tiempo de navegación, para poder filtrar los contenidos, para entender el concepto de intimidad propia y para poder organizar la información en base a criterios previamente adquiridos a base de leer y pensar. Leer y pensar… Antes de dejarse llevar por el picoteo adictivo del mundo virtual. Leer… para tener interioridad, capacidad crítica, de reflexión, de contemplación, de asombro. Leer… este es el tren al que deben subirse, y que no podemos admitir que se pierden porque pasa poco y lleva muy lejos.
¿Cómo educar en un mundo frenético e híperexigente? Educar en el asombro ante lo irresistible de la belleza de la realidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario