3/1/14

La profecía que se cumple en el aula

Por Catherine L'Ecuyer

¿Qué es la teoría de la profecía que se cumple? 


Para dar un ejemplo concreto al alcance de todos, si un empleador piensa que sus empleados son unos perezosos y unos mentirosos, los controlará todo lo que pueda, desconfiará de ellos y no les dará ninguna responsabilidad, solo órdenes. Entonces el empleado actuará cada vez más por miedo de equivocarse, no se arriesgará en tomar decisiones, acabará fichando con la mentalidad de un funcionario, y puede que acabe diciendo una mentirilla para esconder un error. 

En cambio, si un empleador piensa que las personas que tiene a su cargo quieren asumir responsabilidades, aprender y mejorar en el trabajo, pues les tratará como tal. Les dejará tomar decisiones, confiará en ellos delegándoles responsabilidades y contará con ellas para crecer la empresa. Entonces esas personas se sentirán empoderadas, responsables, se atreverán a tomar decisiones, se preocuparán de la mejora continua de la empresa y de la satisfacción de los clientes para una buena marcha de la empresa. 

Según el marco antropológico, la concepción de la persona que tiene uno, se gestiona un equipo de una forma o de otra. Y según el estilo de gestión del jefe, los empleados acaban comportándose de una forma o de otra. Para quien quiere profundizar, ese tema fue explicado por primera vez en España en el libro Dirección de Personas del ex-Dean del IESE, el Profesor Pérez López.

Pero la teoría de la profecía que se cumple no empieza en el lugar de trabajo. A veces, el joven profesional que pisa por primera vez la empresa empieza con un paradigma o con otro, sin haber tenido anteriormente a un jefe que haya contribuido a forjar ese paradigma. ¿Por qué? Por que la profecía que se cumple empieza en la familia, y luego sigue en el aula; en esos dos lugares tiene especial fuerza puesto que la voz de los padres y de los maestros de un niño pequeño se convierten con facilidad en su voz interior. Por ejemplo, si unos padres están convencidos de que su hijo no se sabe entretener por si solo en la naturaleza, le rodearán de juegos ruidosos con pilas y botones. Y entonces será cierto que le costará entretenerse en la naturaleza y solo se motivará rodeado de juegos ruidosos con pilas y botones. Si piensan que el niño es incapaz de ayudar y de hacer las cosas por si solo, le atarán los cordones de los zapatos hasta los 18 años y harán de él un vago y un inútil. Y si hemos etiquetado a nuestro hijo del "enano gruñón", pues lo será seguramente toda la vida.

Si el maestro piensa que el niño es "un trasto", que no tiene deseo de conocer, no se sabe estar quieto, etc. pues diseñará un sistema educativo conductiva y mecanicista en el que disciplina precede a invención y descubrimiento, y no al revés como debe ser. Y entonces los niños acabaran debilitándose y funcionando exclusivamente en ese tipo de sistema. Harán las cosas de forma mecánica, "por que toca", sin entender el trasfondo de lo que hacen. Esperarán pasivamente que les motiven desde fuera hacía dentro. Y como eso en la vida real no ocurre, estarán continuamente desmotivados. En cambio, si los padres y los maestros están convencidos que el niño tiene un "deseo innato de conocer" (el asombro), entonces diseñarán un método educativo (el que sea) que cuenta con el niño, con su imaginación, su creatividad, su inocencia, su sentido del misterio, sus ritmos, etc. 

Y por eso, entender COMO ES UN NIÑO, es clave y punto de partida para diseñar un método educativo. 

Y la pregunta del millón: si un niño ha recibido una educación mecanicista, ¿que se puede hacer para darle la vuelta para que se deshaga la profecía? Esa es probablemente la cuestión la más compleja de responder. Habría que preguntar a Mary Poppins, que es la que ha conseguido dar la vuelta, no solo a los niños que cuidaba, sino también y sobre todo a sus padres. Me temo que bailar con paraguas encima de los tejados de Londres con una decena de deshollinadores no esté al alcance de todos. Por ese motivo, escoger un buen parvulario es clave. A continuación, el ejemplo de lo que ocurre en un colegio que entiende COMO ES UN NIÑO...

1 comentario:

vickie dijo...

Mientras esperamos la llegda de los Reyes del oriente podemos reflexionar sobre este post tan importante. Solo encontraremos al niño Dios si nos hacemos como niños. Es por esta razón que cada persona que busca la Verdad debe buscar primero como es el niño. El niño es, ante todo, confiado. El niño puede concentrar en su actividad ( si le dejamos) durante mucho tiempo. Esta concentración es un ejemplo de vivir en el presente que es la única realidad. El niño acepta toda persona de buena voluntad porque ėl no juzca. El niño ama con sencillez, sin buscar compensación y asi es como tenemos que amar: incondicionalmente.
Gracias Catherine por este post. Feliz Epifanía a todos. Vickie