6/7/14

¿Deberes o no en verano?

Ayer salió un reportaje en el Suplemento ES de La Vanguardia, en el que se analiza la oportunidad de los deberes en verano. El reportaje cita Educar en el asombro.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Los deberes escolares son un invento del diablo para cargar la conciencia de los niños con dificultades e impedirles el normal goce y aprendizaje de la vida. Efectivamente su eficacia como recurso pedagógico es más que dudosa, pero no hay duda en cambio de su eficacia para apartar a los niños de la naturaleza y de sus amigos, disminuir las horas de sueño y otros efectos parecidos en la sociedad del diablo. Recomiendo el libro de P. Honoré Bajo presión, la educación de nuestros hijos en un entorno hipercompetitivo. Adelante Catherine. Gabriel Ginebra

Marina dijo...

Coincido con Gabriel (por cierto, muy bueno "Under pressure"). En mi época como mucho a los ratones de biblioteca se nos permitía retirar 6 libros para todo el verano (y me sabían a poco!), pero ¿deberes?

Gracias Catherine y buen verano

dburniol dijo...

Creo que los deberes sirven, y mucho. Todo depende de la finalidad.
Los deberes que pongo cómo maestro, así se lo dije a los padres el primer día, es para que cojan el hábito de trabajar, la responsabilidad de lo propio, la puntualidad a la hora de ponerse, el gusto por hacerlos muy bien,...
En verano los deberes suelen ser más divertidos. También están relacionados con experimentos, actividades TIC,... Y como mucho estarán 15 minutos al día (creo que en ese tiempo han podido hacer una página y las actividades relacionadas).
Resulta que también soy monitor de tiempo libre y me sorprende ver cómo hay niños incapaces de "aprovechar el tiempo", sólo saben estar con pantallas. No tiene creatividad. Muchos padres lo que hacen es apuntar a sus hijos a infinidad de actividades durante el verano "para que hagan algo".
En el artículo se comenta de otros países que tienen menos horas lectivas y menos deberes. ¿Pero que horario laboral tienen sus padres? Aquí está el verdadero problema. Muchos padres no pueden estar con sus hijos en casa y o hacen deberes, o los apuntan a un montón de actividades extraescolares. El niño es capaz de asombrarse, pero necesita un guía, alguien que le ayude a despertar sus cualidades también en verano.

Aplaudo a esos padres que sin gastarse mucho dinero son capaces de disfrutar de sus hijos con planes tan sencillos como ir a la montaña, disfrutar de una salida en bicicleta, observar la ciudad desde un mirador, visitar una granja,... ¡La naturaleza es el camino para recuperar el asombro!
David Burniol.

Carlos Gil dijo...

Comparar otros paises donde los niños hacen menos deberes en casa o no tienen me parece un tremendo error. Porqué para comparar dos cosas estas han de ser similares. Nuestro sistema educativo (colegio, sistema socio.cultural donde está funcionando, familias) es diferente al de esos paises con los que nos comparamos. Y buscar evolucionar hacia ellos tampoco lo veo claro. Nosotros hemos de construir un sistema educativo propio a la ideosincracia de nuestra sociedad.

Que los crios hagan unos minutos de deberes en un día de 24h no creo que les quite de absolutamente nada. Estamos muy volcados con buscar lo que motiva a los niños y creo que hemos perdido de vista LA EDUCACIÓN DE LA VOLUNTAD. De una voluntad educada surgen a menudo las motivaciones y no tanto a la inversa.

En mi opinión pueden y deben hacer deberes. Lo que no es necesario ni bueno es "castigarlos" con millones de extraescolares, y además sólo centradas en su desarrollo intelectual (que aprendan alemán, chino, etc.).

Catherine L'Ecuyer dijo...

Gracias por vuestros comentarios! Veo que el tema da para hablar! Es interesante David lo que dices, que los niños no saben "aprovechar el tiempo". Eso no es normal. Dale tiempo libre a un niño asombrado y se pone a jugar enseguida con cualquier cosa. Y si no tiene nada, con su sombra.
Lo de los deberes, es bueno matizar por edad y por temporada (lo que no suele hacerse mucho en los medios de comunicación).
Coincido con Marina, el verano es un momento estupendo para leer… que leer un, dos, tres libros, es más provechoso que hacer decenas de cuadernos de verano…
Recomiendo Bajo Presión también Gabriel. Es un muy buen libro.
Un abrazo! Catherine