Por Catherine L'Ecuyer
Publicado en Mente Sana, RBA
No 113 Mayo
Saturados por los estímulos que les proporcionan las nuevas tecnologías, los niños pueden perder la capacidad de percibir y disfrutar con la belleza de las cosas reales. Para prevenir que entren en una espiral que les lleve a una adicción, necesitan que les ayudemos a sentirlas.
Con un 21%, España encabeza el ranking europeo de conductas disfuncionales de sus adolescentes en Internet, entre las que está la adicción. Los juegos de azar y de ordenador y las redes sociales son factores que multiplican por dos el riesgo. Al margen del mecanismo neurobiológico de la adicción, ¿cuál es el origen? ¿Cómo se desencadena? Esas preguntas son clave, porque así padres y educadores podemos intervenir en la raíz del problema.
La sensibilidad nos permite percibir lo que ocurre a través de los sentidos, sintonizar con la belleza que existe en todo lo que nos rodea. Gracias a ella podemos contemplar la realidad con espíritu atento, viviendo el ahora con plena atención. ¿Qué ocurre cuando un niño ha sido bombardeado con información y sus sentidos están saturados y abrumados? “Una exposición prolongada a cambios rápidos de imágenes en el periodo crítico de desarrollo condiciona la mente a niveles de estímulos más altos, lo que llevaría a la inatención más adelante en la vida”, afirma el pediatra Dimitri Christakis, que estudia el consumo de nuevas tecnologías (NT).
Es decir, la mente del niño se acostumbra a una realidad que no existe en la vida ordinaria y, cuando vuelve a experimentar lo real, todo le parece muy aburrido porque no puede ver la belleza de lo ordinario. No se siente atraído por nada y se vuelve distraído (la distracción es lo opuesto a la atracción) y dependiente del entorno. Varias investigaciones van en esta dirección. En una de ellas, niños y adolescentes obesos no podían identificar las cualidades gustativas de ciertos alimentos, tan bien como otros de peso normal: cuando el sentido del gusto está saturado, el niño necesita cada vez más comida para percibirlas. Otra establece una relación entre el consumo de videojuegos violentos y la dificultad para reconocer la expresión facial de las emociones. Y a conclusiones similares ha llegado Clifford Nass, director de un estudio que analiza las consecuencias de usar varias NT a la vez (multitasking): “Aún no hemos encontrado nada que los multitaskers tecnológicos hagan mejor”, y afirma que estos “adoran la irrelevancia”.
VOLVER A SENTIR LA REALIDAD
Todas las personas tienen sed de belleza. Los estímulos que abruman los sentidos hacen que el niño pierda la sensibilidad, suba el umbral de percepción de la realidad y necesite cada vez más estímulos externos para reconocer la belleza. Al no poder saciar esa sed, entra en un círculo vicioso de comportamientos compulsivos de consumo que hacen que sienta cada vez menos. En este momento las adicciones pueden desarrollarse. Una de las mejores formas de prevenirlas consiste, pues, en ayudarles a desarrollar una sensibilidad hacia la belleza de la realidad. ¿Y dónde se encuentra la realidad? En lo cotidiano. Por lo tanto, la mejor preparación para que nuestros hijos sepan usar las NT conscientemente es educarles para que sepan “sentir” lo real. La realidad es bella y misteriosa y suscita el deseo de conocer que nace de dentro y nos hace ser más libres. Es lenta y, por lo tanto, templa el alma porque prepara para esperar y desear antes que para tener.
Las ideas de este artículo están desarrolladas más a fondo en el libro Educar en la realidad (2ª ed., Plataforma).
4 comentarios:
En el Financial Times del Lunes 13 de abril de este año, concretamente en la página 12, salió publicado un artículo de un estudio realizado por el Sr. Stoney Brooks, profesor de informática, en la Universidad de Middle, en el Estado de Tenesie, donde aporta datos congruentes sobre el efecto negativo sobre la productividad, incluso en individuos con elevadas capacidades en multitareas, por el mero hecho de estar frecuentemente consultando en horas de trabajo las aplicaciones de Social Media, tales como Facebook, LinkedIn y Twitter entre otras. El estudio mostró ineficiencias en el desarrollo de las tareas en aquellas personas que consultaban más menudo las redes sociales. Además se concluyó que , estos individuos, además de estar más distraídos eran menos felices.
Queda patente después de leer todo el artículo que si, en adultos, dotados de buenas capacidades para la multitarea, la exposición constante a la conectividad afecta a su productividad y felicidad, ¿en que medida puede afectar a la capacidad y felicidad de nuestros hijos ya sean pequeños o adolescentes ? Creo que la respuesta está muy clara. Sigue así Catherine. Silvia.
muy interesante artículo y también la exposición del experto!
Catherine, me interesan muchísimo tus ideas. Estoy leyendo "Educar en el Asombro" y realmente me parece un libro maravilloso.
¿Vas a venir a la Argentina en algún momento?
Me encantaría escucharte personalmente y ver si aquí es posible trabajar desde esta perspectiva.
Gracias!
Mariela Garazzi
Por si a alguien le interesa el vídeo de Christakis con subtitulos (más bien diría "sobretítulos")en castellano : https://www.youtube.com/watch?v=k47ihsKvKmY
Excelente artículo nuevamente, por cierto! :)
Publicar un comentario